Contabilizar el tiempo para un artesano es algo complejo. Cada prenda requiere mucha dedicación, tiempo de reflexión, visionar la futura pieza y, cuidados específicos. Según vas confeccionando, vas variando formas y texturas en función de lo que buscas y, adaptándote a las limitaciones propias de un proceso no industrial, si no artesanal.
La solución para esas prendas que ya no nos ponemos o que están estropeadas es la remodelación, crear, reinventar, renovar… buscar patrones más modernos y sin comprar piel nueva volver a estrenarla.